Nueva York es una ciudad que te atrapa. Y más concretamente, Manhattan y su mítico Times Square. Con sus miles de luces, sus calles siempre transitadas y, en definitiva, su vida. Nosotros tuvimos la oportunidad de pasar cinco días en Nueva York y recorrer sus rincones más emblemáticos, y alguno que otro que descubrimos por causalidad. Así que pretendemos facilitar vuestra visita a esta ciudad con una lista de cosas que ver en Nueva York.
Os contamos qué ver en Nueva York y cuáles fueron nuestras rutas diarias, así como algunos consejos para que aprovechéis al máximo vuestro viaje a esta gran ciudad. Y además de qué ver en Nueva York, también podéis consultar nuestro artículo sobre qué comer allí.
Qué ver en Nueva York en cinco días
Día 1: Llegada y toma de contacto
Habíamos salido de España con un poco de retraso pasadas las 12 de mediodía, pero el piloto nos avisó de que no afectaría apenas a nuestra hora de llegada, ya que recuperaría el tiempo perdido (que era poco) durante el vuelo. Y así fue. Llegamos a Nueva York, hora local, pasadas las 2 de la tarde. Debéis tener en cuenta que, si no habéis ido a Estados Unidos hace poco tiempo, tendréis que hacer una gran fila de espera para salir del aeropuerto JFK y entrar en el país. Nosotros hicimos una fila de más de dos horas, más el tiempo que nos entretuvimos en coger las maletas y poder salir del edificio, serían casi las 6 cuando conseguíamos llegar hasta el chófer que nos esperaba con un cartel y nuestros nombres.
La verdad es que teníamos prácticamente todo atado sobre nuestra estancia de cinco días en Nueva York en cuanto a hoteles y traslados se refiere. Nuestro viaje completo eran dos semanas en Estados Unidos de costa a costa y habíamos preparado la ruta con detalle.
Tras hora y media de trayecto entre el aeropuerto JFK hasta el Hotel New Yorker, donde nos alojábamos, en la que el chófer nos intentó vender todo tipo de tickets, entradas y excursiones, llegamos al fin a nuestro destino.
Serían las 8 de la tarde cuando pudimos hacer el check-in, dejar nuestro equipiaje en la habitación, y pisar las calles de Nueva York. Fuimos directos a Times Square porque estábamos alojados al lado (en la Octava Avenida con la 43). En diez minutos nos encontrábamos allí, en medio de un mundo de luces, sonidos, gente… Todo ello, muy llamativo. Además de entrar a unas cuantas tiendas y comernos una pizza en el primer sitio que pillamos, no hicimos nada más, ya que el cambio horario nos tenía aturdidos y fuimos pronto a descansar al hotel.
Día 2: Alto y Bajo Manhattan, Estatua de la Libertad y compras en un outlet
Después de despertarnos de madrugada con los ojos abiertos como platos (allí eran las 4 am, pero en España serían las 10, y el cambio horario no perdona), bajamos a desayunar a un Dnkin´Coffee que teníamos bajo el hotel y cogimos fuerzas para hacer la excursión ‘Alto y Bajo Manhattan’ que teníamos incluida con nuestra estancia. Una de las excursiones más populares para saber qué ver en Nueva York de una manera rápida. Incluía lugares como el edificio Dakota, donde vivió y murió John Lenon, y su especial homenaje en Central Park; la Ópera de Nueva York, la 5th Avenue, el Soho y el Barrio Chino. En uno de los descansos de la excursión pudimos probar por primera vez un Hot Chocolate por un dólar, que fue nuestra perdición durante el resto del viaje.
Pudimos hacernos una idea general de Manhattan, el corazón de Nueva York. La excursión terminó en Battery Park, muy cerca de donde se coge el ferry para visitar la Estatua de la Libertad. Así que a pesar de que nos pilló el Huracán Joaquín y no paraba de llover, aprovechamos la ocasión para acercarnos un poquito a este símbolo tan característico de la ciudad. La lástima es que el clima no nos permitió detenernos tranquilamente por la Isla de Ellis.
Regresamos a tierra firme con unas cuantas fotos de la Estatua de la Libertad y más mojados que otra cosa, después de comernos un hot dog en el propio ferry, y bajamos a coger el metro para regresar al hotel y cambiarnos de ropa. También aprovechamos para dormir un poco, porque con el madrugón debido al cambio horario, estábamos rendidos.
Por la tarde, activamos nuestro NY Pass y nos fuimos a una zona de tiendas de outlet a hacer algunas compras. De vuelta, cenamos en Five Guys (que ahora ya hay en España, pero antes no) y quedamos encantados con la primera hamburguesa neoyorkina con barra libre de ingredientes y Coca Cola.
Día 3: Tour de contrastes, Brooklyn, Distrito Financiero, Barrio Chino y Soho
El tercer día en Nueva York fue de lo más intenso, pero pudimos ver muchísimas cosas de las que teníamos en mente. Para empezar, descubrimos qué es eso de un desayuno americano. En el mismo restaurante del hotel, hicimos nuestra primera comida del día. Y no recuerdo todas las cosas que comimos… Además de zumo y café, tomamos huevos rotos con bacon, además nos sacaron un plato extra de bacon, un muffin (que no es lo que yo entiendo por muffin, sino que es un bollo al que le puedes echar queso o mantequilla y mermelada, tipo tostada). Y seguro que me dejo algo.
También temprano, como el día anterior, teníamos contratado nuestro Tour de Contrastes. Esta excursión es uno de los mejores recuerdos que me llevo de Nueva York, ya que nos permitió conocer el Bronx, pero también Queen, Brooklyn, China Town, el Barrio Latino o la Pequeña Bombay. Desde luego, el nombre está bien escogido, porque contrastes hubo, y muchos. Si estáis preparando vuestra lista de cosas que ver en Nueva York, os aconsejo firmemente que incluyáis este tour.
El tour finalizó en Brooklyn, justo donde comenzaba el puente pasar a Manhattan. Por supuesto, lo cruzamos, hicimos mil fotos y recorrimos toda la zona financiera, China Town y el Soho después. Creo que fueron más de tres horas caminando, cuando paramos a tomar una cerveza.
Decidimos que no podíamos pasar sin cenar un famoso Pastrami en Katz´s Delicatessen ya que habíamos oído que era un producto y un lugar muy típico. Así que volvimos a emprender un camino hasta el lugar, que nos pillaba a más de media hora andando, y logramos nuestro objetivo. Después, cogimos un metro de vuelta al hotel. No eran ni las 10 de la noche, pero después de todo el día sin parar, estábamos muertos, así que nos fuimos a descansar.
Día 4: Central Park, Top of the Rock y muelles de Nueva York
Para este cuarto de nuestros cinco días en Nuevo York, teníamos preparada una mañana en bici por Central Park. Por fin había pasado el huracán que nos trajo tantas tormentas y vimos el sol, así que era el momento perfecto para hacer esta actividad. Hay lugares oficiales para alquilar bicicletas, y también personas que deciden alquilarlas por su cuenta. Cuidado con las segundas, que os la pueden colar.
Un par de horas fueron suficientes para pedalear dando la vuelta al parque, y cuando salimos de allí tomamos el bus turístico que nos llevó hasta Times Square. Allí hicimos una de las mejores comidas de nuestra estancia de cinco días en Nueva York: en el Bubba Gump. Se trata de un restaurante 100% ambientado en la película Forrest Gump y, por supuesto, la especialidad son las gambas. De todos los tipos, formas, rebozados y maneras. Una cadena presente en muchas capitales estadounidenses y que desde luego, es curioso, y la comida es buena. Nos costó casi 100 dólares comer a los dos, sin grandes lujos, pero los precios allí son así.
Por la tarde decidimos subir a alguno de los rascacielos para tener unas vistas aéreas de la ciudad, y optamos por el Rockefeller Center, ya que desde el Top of The Rock se ve también el Empire States y la vista es mucho más completa.
Después de descansar un ratito en el hotel, decidimos darnos nuestro último paseo nocturno por Nueva York, llegando hasta el muelle y, de vuelta, que pasamos por las antiguas vías del tren convertidas ahora en un parque, dimos de repente con una pizzería de Chelsea donde cenamos de maravilla.
Día 5: compras y despedida de Times Square
Al final de la mañana venía un coche a buscarnos para llevarnos al aeropuerto JFK rumbo a San Francisco, por lo que nos quedaban las últimas horas para aprovechar el último de nuestros cinco días en Nueva York. Habíamos completado toda nuestra lista de cosas que ver en Nueva York y estábamos satisfechos. Así que no pude resistirme a hacer unas compritas en Victoria´s Secret. Después desayunamos nuestra última rosquilla dulce (muy similar a un donut) y un hot chocolate en pleno Times Square y dijimos adiós a esta ciudad que nos maravilló y atrapó de una manera muy especial.
¡Conoce más sobre nuestro viaje a Estados Unidos de costa a costa en quince días!